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En Puerto Rico, 1 de cada 5 personas recibe servicios de alguna organización sin fines de lucro (OSFL).1
Desde el 2015, estudios revelan la amplitud del impacto social y económico del tercer sector en Puerto Rico.
El tercer sector tiene la capacidad y la voluntad para proveer a una población amplia, servicios efectivos y de alta calidad que redundan en impactos tangibles en individuos y comunidades. Éste es fundamental para resolver algunos de los retos más apremiantes que enfrenta Puerto Rico en aspectos claves, como lo son el desarrollo económico y el aprovechamiento académico de la niñez y juventud en Puerto Rico.
La costo-eficiencia del alcance de sus servicios los coloca en una posición indispensable para fomentar el crecimiento y desarrollo del país.
El tercer sector es un actor importante en la economía puertorriqueña:
El tercer sector es un aliado clave para la gestión gubernamental. A través éste le llega directamente a las comunidades servicios esenciales y de alta calidad.
En muchas ocasiones el tercer sector cierra la brecha entre los servicios gubernamentales y las necesidades de la sociedad.
No obstante, el sector enfrenta desafíos que amenazan su capacidad de operar y cumplir con las necesidades de la sociedad. Las condiciones que enfrenta el país tras los desastres naturales, la pandemia y el reto demográfico, provocan un alza en el consumo de los servicios de las OSFL², incluyendo aquellos que se brindan a través de colaboraciones con el gobierno.
Sin embargo, la complejidad del andamiaje gubernamental, el acceso limitado a financiamiento adecuado, y los crecientes costos operacionales, se combinan para poner en riesgo la existencia de estas organizaciones. Este panorama repercute directamente en el bienestar y la calidad de vida de nuestra población, especialmente de aquellos grupos socialmente estratificados que dependen de sus servicios.
Sabemos que los candidatos y candidatas conocen y valoran las contribuciones del tercer sector. En el 2020, las OSFL figuraron como aliadas para la implementación en las plataformas de gobierno de todos los partidos. Éstas fueron mencionadas en 186 ocasiones a través de las plataformas de todas las colectividades políticas.
Sin embargo, para que el tercer sector pueda realmente tener la escala e impacto necesario para atender a cabalidad los retos identificados por todos los sectores políticos como apremiantes, es necesario revisitar las maneras en las que el gobierno y el tercer sector se relacionan, para llegar a una alianza equitativa, transparente y sostenible.
Nos consta que un tercer sector fortalecido redundará en más y mejores servicios, una gestión de gobernanza más informada y una sociedad civil más vibrante.
Como aliadas esenciales en una gestión gubernamental efectiva en pro del bienestar y desarrollo de la ciudadanía, las OSFL requieren de un marco de política pública que reconozca sus aportaciones y su valor para asegurar su sostenibilidad y llegar a su máximo potencial de impacto en Puerto Rico.
Realizamos un estudio interno para desarrollar nuestra agenda de política pública, utilizando como herramienta los resultados de estudios longitudinales que hemos apoyado desde el 2016. Además, facilitamos un proceso participativo con una diversidad de organizaciones para exponer los retos principales y las prioridades de política pública que nos interesa impulsar para el sector.
Estas son las metas que viabilizan una relación más saludable entre gobierno y tercer sector, con mejores garantías de continuidad, calidad y estabilidad:
1. Desarrollar un marco legal y regulatorio facilitador:
2. Crear infraestructura que viabilice la colaboración entre el gobierno y las OSFL:
3. Promover términos contractuales equitativos entre el gobierno y el tercer sector:
4. Incentivar la innovación y la sostenibilidad financiera:
5. Apoyar la retención del recurso humano, el desarrollo profesional y la capacitación en las OSFL:
6 . Mejorar el acceso a financiamiento y recursos:
La adopción de políticas públicas en consecución de estas metas, redundará en relaciones más equitativas entre el gobierno y las OSFL, aumentando la escalabilidad, capacidad de impacto y sostenibilidad a largo plazo de la inversión pública en los servicios directos que brindan las organizaciones a la sociedad.
El sector sin fines de lucro es indispensable para la salud, educación y desarrollo económico de Puerto Rico y desempeña un papel que trasciende lo tangible. Ya el tercer sector es socio principal del gobierno en la oferta de servicios necesarios, por lo que compartimos la misión crítica de asegurar que el futuro de Puerto Rico sea sinónimo de innovación y progreso sostenible.
Es momento de fortalecer y darle cohesión a los esfuerzos conjuntos a través de un marco de política pública que proteja nuestro PROPÓSITO COMÚN para asegurar que las OSFL no sólo sobrevivan, sino que prosperen y así continuar el trabajo en alianza para elevar la calidad de vida de nuestra sociedad.